La ingente cantidad de información que existe sobre la alimentación y el cáncer da lugar a falsas creencias, mitos y leyendas que generan desinformación y confusión en las pacientes oncológicas. Por eso, debemos ser críticas e intentar informarnos en canales oficiales, con datos rigurosos, contrastados y actualizados.
Cuando hablamos de alimentación en cáncer de mama es importante saber que hay dos tipos de recomendaciones nutricionales: unas para la prevención del cáncer, que suelen ir dirigidas a la población general y otras durante el tratamiento de cáncer, específicas para cada tipo de paciente oncológico (ver guía de la Fundación Alicia “Recomendaciones dietético-culinarias durante el tratamiento del cáncer de mama”).
Además, cabe destacar que, durante el tratamiento oncológico, debemos diferenciar las recomendaciones según el estado nutricional del paciente:
– Pacientes con buen estado nutricional: no tienen ninguna dificultad ni ningún déficit nutricional ni por su localización tumoral ni por el tipo de tratamiento que hacen. Son pacientes que tienen un peso estable y sin ningún problema a la hora de comer.
– Pacientes desnutridos o con riesgo: tienen un déficit nutricional o una desnutrición más asentada ya sea por el tratamiento, la localización del tumor o por las características de la persona. En estos pacientes se necesitarán soportes nutricionales específicos.
La evidencia científica demuestra que cuando no hay déficits nutricionales, la alimentación mediterránea es la “dieta” más saludable que nos ayudará a conseguir todos los nutrientes y mantener un peso adecuado. Hablamos de peso adecuado ya que se ha visto que las personas con sobrepeso tienen más tendencia a desarrollar algunos tipos de cáncer.
Algunos de los aspectos más destacados de la dieta mediterránea y especialmente importantes en pacientes oncológicos son:
– Ingesta de cereales integrales ya que la mayoría de los tratamientos dan estreñimiento y este tipo de cereales mejora el hábito deposicional.
– Consumo de aceite de oliva virgen extra. Está demostrado que tiene beneficios durante el tratamiento oncológico.
– Es muy importante un correcto aporte de proteínas, tanto en la comida como en la cena durante el tratamiento. Intentamos que provenga principalmente del pescado o huevos más que de carne, mejor de carne blanca que de carne roja y para obtener proteínas completas de las legumbres hay que combinarlas siempre con cereales. La leche y derivados también son importantes durante el tratamiento, aunque la cantidad de proteínas no es muy elevada, aportan otros nutrientes que los hacen necesarios (2-3 raciones al día). Si hay sobrepeso mejor tomar derivados semidesnatados y si hay intolerancia a la lactosa, beber leche sin lactosa (los batidos de soja o avena no son equiparables a la leche de vaca).
– Ingesta de 5 raciones de fruta y verdura al día, y es importante que al menos 2 sean de fruta.
– Evitar el consumo de alcohol ya que aumenta la probabilidad de tener una recidiva.
– Beber agua, hacer ejercicio aeróbico y de fuerza también es muy importante (el ejercicio nos ayudará a combatir el cansancio).
Pirámide de la alimentación saludable de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria.
Sin embargo, todos los pacientes oncológicos pueden ser vulnerables a la desinformación sobre alimentación y cáncer. Como decíamos en este artículo de Xemio, “En alimentación mejor menos de lo malo”.
Pero ¿qué es realmente lo malo y cuáles son los mitos y falsas leyendas sobre la alimentación y el cáncer?
En 2021, desde Xemio escribimos un artículo desmontando los mitos más frecuentes sobre la alimentación y el cáncer. Hace algunos años, el Institut Català d’Oncologia (ICO) junto a Fundación Alicia publicaron una guía para aclarar la mayoría de las falsas creencias que existen sobre la alimentación durante el tratamiento del cáncer.
¿El azúcar alimenta el cáncer?
El azúcar es un nutriente esencial que aporta energía y mantiene los órganos en funcionamiento. Nuestras células (buenas y malas) necesitan energía de forma adecuada. Es importante puntualizar que el “azúcar” está englobado dentro de los hidratos de carbono. Existen dos tipos de hidratos de carbono:
– Simples: de absorción rápida. Aquí estaría incluido el azúcar de mesa. Otros ejemplos son la bollería, pasteles, zumos envasados, bebidas azucaradas o alimentos ultraprocesados. Deben limitarse, pero no porque alimente el cáncer, sino porque provocan una ganancia de peso que no necesitamos habitualmente. En cambio, NO debemos limitar la fruta que, aunque sea un azúcar simple, tiene vitaminas y antioxidantes que nos ayudan en el tratamiento oncológico.
– Complejos: de absorción lenta. Algunos ejemplos son cereales como la pasta, el pan o el arroz. Este tipo de hidratos de carbono son los que nuestro cuerpo necesita para tener energía. Si no se la damos, nuestras células buscan energía de otra forma y acaban utilizando proteínas de nuestro músculo o elaboran un “pseudoazúcar” que puede llegar a ser tóxico para nuestro cerebro.
En cuanto al uso de edulcorantes es seguro si se toma de forma moderada tanto los naturales (dátiles o estevia) como los artificiales (aspartamo o sacarina). Además, debemos tener en cuenta que los edulcorantes provocan flatulencias o diarreas, razón de más para consumirlos de forma razonable.
¿Debo eliminar carne roja y derivados?
La evidencia habla del consumo excesivo de carne roja y procesada en cuanto a prevención de cáncer. Durante el tratamiento oncológico, la recomendación son dos raciones de carne a la semana en forma de ternera, cordero, cerdo o pollo. Siempre intentando consumir la parte más magra y retirar la grasa más visible. En cuanto el consumo de carne procesada (embutidos, salchichas, hamburguesas, etc.; no incluye el jamón tipo York o el jamón serrano) se recomienda un consumo ocasional (una vez al mes o cada dos meses), igual que las recomendaciones para la prevención del cáncer de mama. Sobre todo, porque suele ser carne muy procesada, con mucha sal, azúcar y grasa saturada. Cabe destacar que existen alternativas si se decide no comer carne. Hay alimentos vegetales (combinaciones de legumbres y cereal) o no cárnicos (p.ej. Heura) que son buena fuente proteica.
¿Existen las dietas anticáncer?
No existe ninguna dieta ni ningún alimento que cure por sí solo el cáncer. El cáncer lo curan los tratamientos médicos. Además, muchas de estas dietas “milagrosas” son dietas restrictivas que conllevan importantes déficits nutricionales y que pueden ocasionar paradas o retrasos del tratamiento hasta conseguir mejorar el estado nutricional.
¿Se recomienda el ayuno intermitente en pacientes con cáncer de mama?
No se recomienda para pacientes con cáncer de mama. El ayuno intermitente es la restricción de alimentos durante un periodo de tiempo (12h, 14h, 16h o 20h). Durante este periodo no puedes comer ni beber nada (solo agua y café). En población sana, se ha visto que puede tener diversos beneficios para el control de peso. En cuanto a pacientes en tratamiento hormonal o supervivientes de cáncer de mama, la evidencia es prácticamente inexistente. Por lo que actualmente la práctica del ayuno intermitente en cáncer de mama no está recomendada.
¿Se recomiendan los batidos hipocalóricos o muy bajos en calorías para pacientes con cáncer de mama?
No deben hacerse sin indicación ni seguimiento médico. Los batidos son dietas muy bajas en calorías por lo que conllevan una gran restricción calórica. Son dietas específicamente indicadas bajo supervisión médica o nutricional. Este tipo de dietas necesitan un seguimiento médico de diferentes parámetros metabólicos y son de corto periodo de tiempo; porque si la mantenemos, el cuerpo se adapta y puede a llegar a ser muy peligroso para la salud.
¿Las dietas cetogénicas ayudan a bajar peso en pacientes con cáncer de mama?
Las dietas cetogénicas están totalmente contraindicadas para la población general y personas en tratamiento. De hecho, en la población general están restringidas. Las dietas cetogénicas son dietas con restricción máxima de azúcar a expensas de grasa y proteínas. Son dietas recomendadas en pacientes con epilepsia refractarias a medicación.
Algunos estudios han empezado a investigar qué ocurre en las células tumorales aisladas cuando se les hace una restricción de azúcar. Como nuestro cerebro necesita azúcar para funcionar, si no le damos azúcar, elabora un “pseudoazúcar”. Y esto puede provocar estados letárgicos, náuseas, cansancio, cetosis y alteraciones metabólicas muy importantes.
¿Funcionan los suplementos alimentarios durante el tratamiento?
En cuanto a los suplementos alimentarios, aceites esenciales o hierbas pueden provocar efectos secundarios muy serios en los tratamientos. Por muy natural que parezca, es importante explicarlo a vuestros oncólog@s y que os digan si lo podéis tomar o no porque puede haber muchas interacciones.
¿Puedo tomar suplementos vitamínicos?
Algunos suplementos vitamínicos pueden empeorar el pronóstico de las pacientes. Hay que tener especial cuidado con los complejos vitamínicos como la B6 para el cansancio ya que pueden interferir con alguna quimioterapia como el paclitaxel, un taxano muy frecuente y de los más utilizados en cáncer de mama. Antes de tomarlos, pregúntalo a tu oncólogo.
¿Hay algún alimento que nos ayude a fortalecer nuestras defensas?
No existe ningún alimento que ayude a fortalecer nuestras defensas. Normalmente lo que ayuda a generar más defensas es nuestro estado físico, que también incluye el estado nutricional, además de dar tiempo a tu organismo para que se recupere después del tratamiento. En pacientes con neutropenia, algunos de los alimentos que venden que activan las defensas, pueden ser nocivos.
¿Alimentos como la cúrcuma o el jengibre sirven para depurar los efectos secundarios nocivos de la quimioterapia?
Por una parte, la cúrcuma se ha descrito como un potente antiinflamatorio de la cual hay estudios en animales y células que dicen que podría ayudar a disminuir el proceso inflamatorio que produce el cáncer. Sin embargo, son estudios realizados en ratones y en células. A día de hoy, no se ha comprobado en humanos. En cuanto a su efecto depurativo, no hay absolutamente nada descrito.
Por otra parte, el jengibre es un alimento que tiene evidencia científica en cuanto a la mejora de las náuseas. Es un alimento que, con dosis pequeñas, puede llegar a mejorar el efecto nauseoso provocado por los tratamientos. Sin embargo, no hay nada descrito en cuanto a depurar el efecto de la quimioterapia; para superarlo, solo se contempla que pase el tiempo y beber agua. De hecho, no interesa que se elimine el efecto de manera rápida, queremos que se mantenga el tiempo suficiente para que realmente podamos eliminar el tumor.
¿El omega 3 es beneficioso para el cáncer de mama?
El omega 3 es uno de los nutrientes más descritos en oncología. Parece que podría tener un efecto beneficioso durante el tratamiento en pacientes con desnutrición. Pero las dosis que se han probado elevadas, es decir, equivalentes a un medicamento. De hecho, no se ha visto que la leche enriquecida con omega 3 (dosis más bajas) tenga un aporte extra beneficioso en pacientes con un estado nutricional conservado.
¿Puedo consumir alimentos ahumados y conservas en lata?
En cuanto a las latas, la recomendación es mucho más estricta en prevención, pero durante el tratamiento no hay recomendaciones claras. Siempre debemos intentar que sea atún en aceite de oliva o al natural.
En cuanto a los ahumados, se recomienda no comer bacalao, salmón o jamón habitualmente, pero si es una vez cada dos semanas o una vez al mes, no pasa nada.
¿Es recomendable el consumo de soja en tumores dependientes de hormonas?
En general, se recomienda limitar el consumo de soja (no EVITARLO) ya que actualmente no existe un consenso sobre su consumo durante el tratamiento de cáncer de mama hormonodependiente. Por eso, se aconseja un consumo moderado. Y siempre consultarlo con vuestro oncólogo.
¿Qué podemos hacer para fortalecer los huesos?
El calcio que mejor se absorbe es el que proviene de la leche de vaca, pero actualmente hay algunos alimentos funcionales que también lo permiten. Hay que tener en cuenta que los lácteos consumidos sean suplementados en calcio y en vitaminas liposolubles. También es importante tomar el sol con protección para conseguir unos buenos niveles de vitamina D en nuestro organismo.
REFERENCIAS:
(1) Ponencia impartida por la nutricionista-dietista Lorena Arribas (Institut Català d’Oncologia L’Hospitalet) en el Taller de Formación para Pacientes con cáncer de mama de Fundación SOLTI, coordinado por la Dra. Sonia Pernas (oncóloga médica del Institut Català d’Oncologia L’Hospitalet) del 13 de junio de 2022. Alimentación y cáncer de mama https://www.youtube.com/watch?v=78E0zcL37YQ
(2) Artículo XEMIO “¿Qué previene el cáncer y qué aumenta su riesgo?”, Teresa Bau. 23 de abril 2020
(3) Artículo XEMIO “En alimentación mejor menos de lo malo”, Percy Efrain Pantoja. 30 de abril 2019
(4) Guía Fundación Alicia e Institut Catalán de Oncología “Recomendaciones dietético-culinarias durante el tratamiento del cáncer de mama”
(5) Guía Fundación Alicia e Instituto Catalán de Oncología “Mitos y creencias sobre la alimentación durante el tratamiento del cáncer”
(6) Página web “Qué y cómo comer durante el cáncer”
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